viernes, 17 de enero de 2014

La bodeguita Don José

Recuerdo bien el barrio que acogió mi niñez y adolescencia, un lugar de clase media en una de las calles del distrito de Magdalena, muchas cosas quedaron grabadas de aquellos tiempos, pero entre ellas estaba la bodeguita de Don José.


Nunca entendí por que cada año yo cambiaba en muchos aspectos… estaba mas alto, había aprendido más cosas, había obtenido más habilidades, sin embargo Don José y su Bodeguita seguían siendo la misma, sólo que más despintada, más desabastecida, más descuidada y él más cansado y con un sabor ha resignado.


Sus hijos, que crecieron a la par de mi edad, también habían perfilado la misma conducta de su padre y de seguro que estarían preparados para ser los nuevos decadentes “Don Joses”. Llego el momento que por gestiones del destino tuve que mudarme de distrito, me acuerdo que fui a despedirme de aquel Bodeguero de siempre.


Lo encontré un poco adormilado atendiendo al conductor de un camión que le estaba dejando una cajas de “Kola Inglesa” Lo único que llegue a decirle fue” Don José gracias por sus fiados y por haber sido parte de mi barrio, espero que le vaya bien en su bodega, pero descuide… si le va mal, estoy estudiando marketing en el IPM y espero algún día poder venir a apoyarlo “…El solo asintió con la cabeza con una leve sonrisa.


Pasaron 9 años, nunca más supe de la bodeguita de Don José, supuse que con la aparición de los supermercados y con sus grandes planes de expansión ya que solamente en Lima ocupaban el 25% del consumo total queriendo llegar en los próximos 2 años al 45% sin contar la expansión en provincias, sobre todo a sabiendas de que muchas bodegas no habían podido competir optando por cerrar, creí que Don José y su bodega estaban ya en el recuerdo ó como parte de la historia de la ciudad.


Grande fue mi sorpresa al regresar a mi barrio; la Bodeguita de Don José había soportado las turbulencias y seguía en pie, aún desaliñada, despintada y media desabastecida. Muy motivado entré ha buscarlo, pero me inquiete al no verlo. Me atendió su hijo que ahora se encarga de la bodega, me comento que su padre se quedaba en casa por estar un poco enfermo, había caído en depresión por que a pesar de haber luchado tantos años no había conseguido el éxito. Siempre subsistió.


Bueno era la oportunidad para poner en práctica todo lo aprendido en mis años de estudios y de capacitaciones a tantos empresarios y vendedores, así que convencí a Pedro, el hijo de Don José para que se dejara llevar por mis consejos durante 2 meses y luego veríamos los cambios y resultados.


Estos fueron algunos de los tips que le dí a Pedro y el cual puso en práctica al 100%.


1. Por más técnicas que aprendamos, si no manejamos una actitud positiva, emprendedora que se vea reflejada en una pasión por el servicio y una constate mejora en la imagen de nuestro local, calidad de atención y variedad de productos, no servirá de nada todo lo demás. Todo empieza en ti mismo y en los riesgos que quieras correr.


2. El orden y la limpieza de Local y el personal es esencial para la rotación continua de sus productos.


3. Un bodeguero con mandil, bien afeitado y limpio, de buen humor, cordial, amigable con todos y con el don de la comunicación, va por el camino del éxito.


4. Las Bodegas en su mayoría son un negocio familiar para desarrollar.


5. Vendámosle a nuestros hijos y esposa (o) el don de servicio eficaz. Capacitémoslos con nuestras filosofías de servicio.


6. La competencia de los supermercados es dura pero también es buena, siempre y cuando incentive a modernizarnos, a mejorar la limpieza, a esmerar la atención a exhibir mejor los productos.


7. Ha veces pensamos que nuestra competencia son solo los supermercados cuando las otras bodegas son en realidad nuestra principal competencia. Ganemos cada día un vecino, una familia, más clientes.


8. La gente primero compra al bodeguero, luego compra al producto. Vendase como un producto. Su nombre es su marca, su pulcritud y orden es su imagen, Hágase necesario para sus clientes, lo valoraran tanto que tendrá usted un precio y una posición importante.


9. No vendemos lo que de más utilidad, vendemos lo que el cliente necesita más.


10. Cada cliente tiene nombre y apellido, digámoselo cuando nos visite.


11. La luz llama la atención, causa interés y genera acción, iluminemos al máximo la bodega.


12. Cada cliente del barrio que entra a nuestra tienda es un cliente potencial, por lo tanto tenemos que fidelizarlo al 100%, la mejor forma es hacerles preguntas y luego escucharlo para que en la próxima visita tengamos el producto que sugirió que necesitaba, anticipémonos a su necesidad.


13. Haga una lista de sus clientes continuos y empezamos a trabajar en ellos, averigüemos sus reales necesidades mensuales y empecemos a obtener los productos que ellos necesitan, si es posible al crédito ya que sabemos de la continuidad de compra, la finalidad es que nos volvamos indispensables.


14. Resaltemos nuestras ventajas como estar mucho más cerca que un supermercado, no se hace cola para pagar, abrimos desde las 7.30am hasta las 11.30pm, muchas veces igualamos y hasta mejoramos las ofertas de los supermercados, también podemos tratar directamente con cada cliente sin dejar de lado que podemos darle crédito abierto sin la presentación de ningún documento solo por confianza.


15. No hay clientes malos, ni feos, ni odiosos, ni chinches, solo hay tipos de clientes y para cada uno de ellos tenemos un trato especial, haga sentir a cada cliente único.


16. Existe el servicio creciente y el servicio potencial, el creciente es el que te hace tener ventajas que te diferencian de la competencia, pero el potencial es dar un servicio único, dar algo más que las demás bodegas no den.


17. Utilicemos la estrategia del stock según ubicación, si estamos cerca de una Universidad pues será Bodega fotocopias y anillados, cerca de un colegio será una bodega librería, cerca de una zona industrial una bodega ferretería, cerca de una zona de oficinas una bodega fuente de soda y jugos, cerca de zona residencial una bodega verdulería y panadería y cerca un hospital una bodega botica, etc., etc. Negocio es igual a riesgo, riesgo es igual a inversión. Si estamos en el negocio de bodegas, mercados o farmacias es para ganar, no para subsistir, por lo tanto tenemos que invertir constantemente, aunque requiera sacrificio en esa etapa.


18. Negocio es igual a riesgo, riesgo es igual a inversión. Si estamos en el negocio de bodegas, mercados o farmacias es para ganar, no para subsistir, por lo tanto tenemos que invertir constantemente, aunque requiera sacrificio en esa etapa


Tenemos que revisar constantemente nuestro crecimiento y compararlo con nuestras metas y objetivos ya que si es necesario invertir consiguiendo un préstamo no es malo, más bien mucha veces es bueno y necesario. Cambiar de vitrinas, cambiar la iluminación redecorar la posición de los productos, cambiar de pisos, comprar góndolas, etc.

Mientras más visión de empresario emprendedor tengamos esta será percibida por nuestros proveedores y empezaran a apostar por ti y te darán la mano con medios de merchandising, iluminación y decoración. Todos quieren trabajar con empresarios que buscan el éxito.


Felizmente la acción de Pedro fue inmediata, y empezó a aplicar lo escuchado y al pasar tres meses la bodega había cambiado en un 100%, tenía más productos y más rotación de los mismos, uno más de sus hijos se había involucrado para apoyar en la atención y cada vez comenzaron a tener más clientes y por ende más ventas.


A los tres meses y medio luego de muchas visitas y coordinaciones, Don José se decidió a visitar su nueva tienda y quedo sorprendido por los cambios en general. Sobre todo por ver hasta una computadora que estaba siendo utilizada para llevar el control del los stock (salidas e ingresos) Si no estoy mal informado en la actualidad Don José y su familia se encuentran buscando locales para abrir un minimarket. Nunca es tarde para tener éxito.





¿Por qué excelencia en el servicio en el mercado peruano?

¿De qué hablamos cuando decimos “Excelente”? 
Muchos dirán “Lo mejor” , “Lo perfecto” “algo muy bueno”. En realidad la palabra “Excelente” deriva 2 palabras NO etimológicas pero si comerciales: EXCEDER e IMPACTAR, o sea, todo lo que exceda para bien y como consecuencia impacte será llamado “excelente”.

Por lo tanto un servicio de excelencia está basado en exceder la sonrisa, el protocolo, la despedida, el compromiso, la orientación a soluciones, la disposición, la rapidez, los procesos, la empatía, etc, etc. Todo lugar que generé estas acciones y emociones marcarán la diferencia y creará un estilo particular así como experiencias vivenciales que quedarán grabadas en la mente y el corazón de cada comensal, de ahí el pensamiento de servicio que dice:

AL SALIR DEL RESTAURANTE, UN CLIENTE SE PODRÁ OLVIDAR DE LO QUE LE DISTE, QUIZÁS TAMBIÉN DE LO QUE LE DIJISTE, PERO JAMÁS SE OLVIDARÁ LO QUE SINTIÓ, SEA ESTA UNA EXPERIENCIA GRATA O MALDITA, no la olvidará.

Como resultado de esto, se llega a la conclusión que los clientes valoran y aprecian al mesero, restaurante y comida por las emociones que constantemente les hacen sentir, de ahí deriva la fidelización, la cual, aunque HOY es un mito busca hacer al comensal menos INFIEL.

¿Tu restaurante sirve o atiende al comensal?
Muchos colaboradores, administradores y dueños de restaurantes peruanos presentan muy buenos platos a la carta pero están orientados a atender al cliente, lo cual se traduce en el mundo de la fidelización como sólo cumplir con la atención: SIENTESE, PÍDA, COMA Y VAYASE. Entonces podríamos concluir la idea en el siguiente cuadro: 

SERVIR
Es exceder, seducir e impactar
Es igual a disposición y entusiasmo.
Es un DON, algo espiritual.
Es sonreír a cada momento.
Es preocuparte de cómo se siente el comensal.
Es romper normas y ser flexible cuando sea necesario.
Es decir el nombre del comensal.
Es saber escuchar al comensal
Es mirar a los ojos siempre.
Es persuadir al comensal.
Es recibirlo con protocolo y estilo. Agradecer su visita.
Todos los comensales son importantes.
Es centrarse en la solución.
En asumir la postura, ánimo y tono de voz del comensal para crear empatía.
Es lograr que el cliente viva una experiencia nueva y alucinante.

ATENDER
Es cumplir con lo necesario.
Es igual a rutina y poca disposición.
Es obligación.
Es no sonreír.
NO interesa cómo se siente el comensal.
Primero son las normas siempre, después el cliente.
Es decir solo " Señor o señorita"
Es esperar que te toque hablar.
No mirar a los ojos.
Es querer convencerlo.
NO hay protocolo.
Es importante el que más propina deja.
Es centrarse en el problema.
Es tratar a todos los comensales por igual.
Si ya compro que se vaya rápido.


Pero ¿Cómo persuadimos al Comensal?
Cuando ofrezcas o te pregunten por un plato, decirle al comensal sólo las características (ingredientes y preparación) es tratar de convencerlo y así no afectamos para nada su cerebro REPTILIANO que casi siempre toma la decisión final y busca ganar, sobrevivir y disfrutar. Lo complementario sería PERSUADIRLO, que significa decirle al cliente: Como disfrutará ese plato, lo que su paladar vivirá, la experiencia única que sentirá, a esto lo acompañan gestos del mesero de satisfacción y de confiabilidad demostrando que es decisión correcta.

Hoy el COMENSAL ya no quiere “que lo hagan sentir como en casa” no, él quiere vivir UNA EXPERIENCIA ÚNICA, desde que llega hasta que se va, él quiere sentirse amado, especial, que son sinceros con él, que en verdad importa, que lo comprenden rápidamente y que lo escuchan.

SERVICIO es Igual A DOS PALABRAS: Disposición y entusiasmo.
EXCELENTE es igual a DOS PALABRAS: Exceder e impactar.

Por lo tanto, ¿Qué tipos de actitudes existen en los colaboradores de su restaurante?

Sandro Meléndez Aymar


¿Qué hacer con las objeciones telefónicas?


Quiero empezar este artículo diciendo que cualquiera puede vender, todos estamos capacitados para desarrollar una gestión de ventas, pero no todos estamos preparados para triunfar en las ventas, por lo tanto ¿ Es un tema de actitud? Diría mas bien, es un tema de “personalidad vendedora”. 

Nos tiene que gustar el dinero y el éxito, pero a la vez vivir concientizados con el fracaso, llegar a acuerdos y siempre negociar, manejar una paciencia estratégica, una gran ambición comercial, debemos cuidar nuestra imagen y salud, lo que hablamos y como nos mostramos todos los días, pero sobre todo una costumbre por hacer más, por exigirte más, por lograr más en el menor tiempo posible ya que en el mundo de las ventas el que hace lo justo, vive con lo justo y gana lo justo.

A pesar que los años han pasado y la tecnología se ha convertido en una herramienta para facilitar la comunicación con nuestros clientes, hay algo que nunca cambia : Las Objeciones, y estas se presentan variopintas y en diferentes circuntancias, en base a esto siempre he pensado que los prospectos potenciales presentan objeciones por 2 razones fundamentales, primero para liberarse de los malos vendedores y segundo,para separar a aquellos vendedores que no saben que una objeción vale su peso en oro ya que son el inicio del cierre.
Sin embargo ahora, nos enfocaremos sólo en nuestro inicio de gestión comercial también llamado por muchos el “ Primer contacto” que en la mayoría de circuntancias, son por teléfono.

Las 5 objeciones más comunes que se presentar por teléfono son:

1. ¿ Me puede decir quién lo llama?
Si se encuentra con el o la popular protectora de jefes, la artimaña es evitar que nos pregunten ¿Quién lo llama?, adelántese a esta pregunta diciendo “ Mi nombre es … y llamo para hablar con el Sr. ….. ¿Se encuentra él por favor? Esperaré.” Al hacer esa pregunta guarde silencio y así se mantendrá en su círculo de poder. Recuerde la persona al otro lado de la línea (secretaría o recepcionista) no podrá tolerar el silencio y la forma más rápída de quitarse el peso de encima será dándole lo que usted necesita.

2. ¿Me puede indicar para qué lo llama?
Para desarmar a la secretaria adelántese nuevamente, acepte lo que ella dice, “Por supuesto que puedo explicarle, es un tema de política de la empresa que vamos a conversar y necesito hablar con él hoy mismo.¿Se encuentra en la empresa? Puedo esperar”. Luego guarde silencio. En realidad usted no dijo nada, ya que “Un tema de Política de la empresa” no nos dice mucho pero es una frase que normalmente NO está en el vocabulario de una recepcionista secretaría, así que preferirá, en la mayoría de casos pasarle el teléfono a la persona solicitada.

3. ¿Puede enviar una carta o un folleto?
Ante esta objeción, muchos vendedores dicen “Por supuesto que sí” pero en realidad nunca la dejan, la dejan después de días y casi nunca funciona. También podría responder “Claro que puedo enviarle una carta, pero ¿cuánto tiempo tardará en llegarle a sus manos para que pueda analizarla y luego volver a conversar? ¿10 días cree usted?” Luego guarde silencio “Ok, me parece bien, entonces lo que haré, si usted no tiene problema, es llamarlo en una semana contando desde que se envió la carta, para poder hacerle algunas preguntas y así conozca más como trabajamos. ¿ está de acuerdo?” Lo clave aquí es que acordó la aceptación para un próximo contacto no tan frio como sólo entregar en mesa de partes.


4. Estoy muy ocupado no tengo tiempo
Ofrezca una respuesta diferente que rompa el esquema “Discúlpeme no quise decir esta semana, ni la próxima. Estaba pensando de aquí en 3 o 4 semanas ¿Qué le parece si lo agendamos para el último jueves del mes? ¿Le viene bien por la mañana o por la tarde? Yo tengo mucha flexibilidad para ese día ¿Por qué no elige por favor?” Luego guarde silencio. Las palabras AGENDARLO y FLEXIBILIDAD, colocan al cliente en una zona de comodidad.

5. ¿Puede llamar en otro momento?
LLamamos a personas muy atareadas, jamás pregunte si es un buen momento para llamar, pero si el cliente igual le dijo que llame en otro momento diga: “Por supuesto que si puedo hacerlo ¿Cuándo quiere que lo haga nuevamente?”, luego quédese en silencio. Sin embargo si el cliente en la segunda vez repite lo mismo, lo aconsejable es usar una técnica inversa “sé que USTED ES UNA PERSONA ATAREADA, a veces las personas temen decir que no por no herir los sentimientos de las personas, pero tenga por seguro que yo no tengo problema si me dice que NO” luego guarde silencio. pero si dice NO, sólo agradezca y ¡ Siga con otra llamada!
Recuerden 2 pensamientos importantes:
• Todos estamos preparados para perder o ganar ventas, pero nunca para perder clientes.
• Un cliente por teléfono compra confianza y valor y eso se mide por la seguridad y fluidez de tus palabras.


Sandro Meléndez Aymar


Escuche mejor, venda más...


Aquí les presento algunos tips para mejorar nuestra escucha:
Nos gusta más hablar que escuchar

Casi todos estaríamos dispuestos a admitir que es mejor hablar que escuchar. Hablar es señal de autoridad y actividad, mientras que escuchar parece ser un empeño pasivo. El hecho es que se ha demostrado que el escuchar es algo activo, es trabajo mental. Hay pruebas que han demostrado que se produce una fluctuación en nuestros patrones de ondas cerebrales, aumenta la temperatura y el corazón late con más rapidez cuando estamos escuchando con atención.

No somos tan buenos escuchas como creemos
Estas pruebas también han demostrado que no somos tan buenos escuchas como creemos serlo; la mayoría escuchamos apenas con un 20 % de eficiencia. No podremos tener éxito como vendedores si solo escuchamos una quinta parte de lo que se está diciendo. Las ventas efectivas requieren destrezas efectivas en el arte de escuchar. El saber escuchar es la clave del arte de vender que nos permite determinar lo que el cliente desea y necesita. Si no dominamos este arte no podemos poner en práctica nuestras otras destrezas.


No el que más habla es el que más vende
Antiguamente se pensaba que los vendedores debían ser personas muy hábiles y diestras en el arte de hablar, no en el de escuchar. La famosa rutina del vendedor con gran habilidad para hablar, que por no saber escuchar, se ve metido en un enredos que le están bien merecidos por no saber escuchar a su cliente.

El peligro de escuchar demasiado
Por otra parte, si escuchamos demasiado y no hablamos lo suficiente, podemos perder el control de la entrevista de ventas. Es frecuente evaluar la capacidad de escuchar en términos de conversaciones de final abierto. En nuestra actividad de vendedores, no solemos participar en este tipo de conversaciones; tenemos, en cambio, un propósito que nos empeñamos en alcanzar: determinar si nuestro producto cumple con las necesidades del cliente. Por lo tanto, tenemos que ser directos: esta es una responsabilidad que constituye un reto.

Obstáculos que impiden hablar
Para hacer aún mayor el reto de este proceso, existen varios obstáculos que impiden escuchar con eficiencia. Es posible que la interferencia del medio ambiente escape a nuestro control, aunque, más adelante en la película, vemos cómo el vendedor aprovecha esta interferencia. Sin embargo, sí podemos controlar las distracciones que surgen de nosotros mismos. Una de estas distracciones es la atención dividida. Al tratar de hacer demasiadas cosas a un tiempo, nos colocamos y colocamos al cliente en una posición injusta.

Nosotros mismos podemos ser un obstáculo.
Hay otro obstáculo que puede tener su origen en nosotros mismos; cuando hablamos con nosotros mismos comprometemos nuestra capacidad de escuchar al cliente. Es evidente que debemos hacer planes anticipados, pero debemos evitar hacerlos mientras nos esté llegando información importante. Esto lo vemos en la película, cuando el vendedor pierde por completo lo que el cliente trata de decir.

El temor al fracaso.
Uno de los peores obstáculos para poder escuchar es el temor al fracaso. Al tratar de formarnos una vaga idea de las preocupaciones del cliente o escucharlas sólo a medias, estamos buscando precisamente el fracaso que queremos evitar.

Donde se inicia el proceso activo de escuchar con eficiencia.
El proceso activo de escuchar comienza incluso antes de que nos encontremos con el cliente. Antes de efectuar una visita debemos preparar la información de base de la cuenta. Es necesario prever preguntas y objeciones que podamos esperar del cliente y tener preparadas las posibles respuestas para esas objeciones.

Como preguntar
Al saludar al cliente, debemos procurar formarnos una idea global de su situación haciéndole preguntas abiertas de carácter general. Las respuestas nos darán un contexto global dentro del cual podremos profundizar más adelante para obtener detalles.

La importancia del contacto visual y el tomar notas.
Mientras escuchamos al cliente conviene mantener el control visual y ofrecer confirmación verbal y no verbal de que, de hecho estamos escuchándolo. Incluso si el cliente habla sin cesar, es importante seguir escuchando. Tal vez seamos los beneficiarios de palabras "inadvertidas" que pueden ofrecernos un ángulo para una venta exitosa. Siempre podremos volver a encauzar una conversación que se desvíe del punto, mediante una pregunta guía.
A veces conviene tomar notas, aunque éstas deben limitarse a hechos y cifras. El confiar demasiado en las notas puede interferir en nuestra capacidad de escuchar con eficiencia y puede constituir una distracción innecesaria para las dos partes.

Debemos descubrir lo que el cliente realmente quiere.
Es frecuente que los clientes expresen en forma verbal lo que creemos que quieren y no lo que realmente quieren. En la película; Un vendedor debe darse cuenta de que los clientes tienen problemas para expresar qué es lo que necesitan y lo que desean y puede llevarlos a ver la casa que sabe que les va a gustar. Al escuchar y observar atentamente al cliente podemos ayudar a reconocer un mensaje no expresado y a solucionar el problema.

La estrategia de aprovechar las interrupciones
Claro que cualquier interrupción puede ser una molestia a menos que la aprovechemos como una oportunidad para descubrir una información esencial para una venta exitosa. El vendedor de la película puede sacar ventaja de una interrupción mediante "la imaginación".
Esta técnica consiste en recopilar información la información reunida durante la preparación de la visita y durante la entrevista misma, para lograr una imagen coherente de la situación del cliente. Una vez logrado esto llega el momento de buscar detalles que nos puedan ayudar a cerrar la venta. Por último, tenemos que darle al cliente nuestra información de retorno para determinar si los datos que hemos reunido son correctos. A esto se le conoce como proceso de verificación y sirve para confirmarle al cliente que lo hemos estado escuchando con atención.

En resumen
Hemos aprendido que el proceso de escuchar se compone de técnicas sencillas: planes anticipados, toma de notas, preguntas adecuadas en el momento adecuado, y estar atentos a lo que escuchamos, verificando los datos mediante la información de retorno. El hábito de saber escuchar produce dividendos. A cambio de esto obtenemos información, confianza y respeto mutuos.



Sandro Meléndez Aymar