viernes, 13 de junio de 2014

Mientras ellos se divierten, nosotros trabajando



La labor del personal de servicio de hoteles y restaurantes es poco convencional, ya que exige cierta buena predisposición para asumir las funciones en horarios a los que por lo general no estamos acostumbrados. Y es que, a pesar de contar con la pasión por nuestra profesión, el saber que en ocasiones y fechas especiales la mayoría de personas estarán festejando y celebrando puede generar un sentimiento de tristeza  y con ello un poco de desazón.  Sobre todo cuando nuestros deberes nos privan de asistir a determinados eventos sociales, llámese matrimonios, cumpleaños, aniversarios y despedidas. E incluso aunque procuremos llegar con horas de retraso, lo más probable es que solo lleguemos a saludar a los pocos que todavía quedaban celebrando.


Por ello es muy importante tener las cosas claras si se decide optar por trabajar en el sector de la restauración y hospitalidad; no nos convertimos en esclavos de los horarios, solo hacemos aquello para lo que realmente somos buenos, sabiendo que con el tiempo las recompensas llegaran, ya que además de los sueldos y propinas, nuestro carácter se forma. Nos volvemos más responsables y maduros, y lo segundo es lo realmente difícil de conseguir.

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