La pelota del Mundial de Brasil fue puesta a prueba durante
dos años y medio por un total de 600 jugadores de 30 equipos y 10 países.
El balón de la Copa del Mundo de Brasil 2014 rodará con 437
gramos de peso y 69 centímetros de circunferencia por las doce sedes del
próximo mundial de fútbol. Estará así por los estadios de Río de Janeiro, Sao
Paulo, Belo Horizonte, Porto Alegre, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza,
Manaus, Natal, Recife y Salvador de Bahía.
Adidas vendió 13 millones de unidades de la Jabulani, pese a
la gran cantidad de críticas que rodeaban al balón oficial del 2010; por lo
que, de cara a la Copa del Mundo 2014, se espera que las unidades vendidas de
Brazuca superen ampliamente a las del balón antecesor.
Patrick Minogue, portavoz de la firma alemana, indica que,
en esta ocasión, Adidas espera vender “muchos más balones (que los vendidos con
el Jabulani)”.
Por su parte, Herbert Hainer, su CEO, espera romper la
barrera de los US$ 2,700 millones este 2014. Uno de los puntos claves -señala-
será la pelota oficial del partido.
El balón ha sido diseñado minuciosamente por Adidas para
dejar en el olvido las críticas que causó el Jabulani, del Mundial de Sudáfrica
2010, debido a su poco peso. La pelota oficial de ese entonces fue criticada
por los jugadores por comportarse de manera errática en el evento deportivo más
visto del planeta. Por lo que Brazuca intentará no repetir el bochorno.
La FIFA ya ha asegurado que este esférico está confeccionado
100% en poliuretano y consta de una estructura simétrica formada por seis
paneles que proporcionan “adherencia, toque, estabilidad y aerodinámica”.
Con la finalidad de garantizar su adaptabilidad a cualquier
terreno de juego, la compañía sometió al balón a las pruebas más exigentes
durante dos años y medio, en las que participaron un total de 600 futbolistas
provenientes de 30 equipos y 10 países del mundo.
Tanta inversión conlleva la necesidad de rentabilizar el
balón. La web de Adidas ofrece por unos US$ 175 el Brazuca original, además
pone a la venta réplicas por US$ 39 o mini balones por US$ 17.
Pero la estrategia de Adidas no queda ahí. La empresa
comercializa también otros balones con los colores de las selecciones a las que
patrocina. Ese es el caso de España, Alemania o Argentina.
Adidas considera su contrato de patrocinio con la FIFA, que
se estima en US$ 100 millones, una oportunidad para impulsar su alcance a los
aficionados al fútbol una vez cada cuatro años.
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