1. Reconoce de inmediato el enojo de un
cliente. Nada echa más leña al fuego que ignorar o menospreciar el enojo de
otra persona. Entre más pronto reconozcas verbalmente su molestia, mejor.
2. Deja en claro que estás preocupado por la
situación. Dile que estás consciente de lo enojado que está. Comunícale que
asumes la situación en serio y toma nota de todos los detalles que te dé.
3. No lo apures. Sé paciente y déjalo
que descargue todo su enojo. Nunca trates de interrumpirlo o callarlo. En
muchas ocasiones lo mejor es simplemente escuchar en silencio. Finalmente se
cansará.
4. Mantén la calma. La mayoría de las
personas enojadas dice cosas que no sienten. Aprende a pasar por alto esos
detalles y analiza la situación después de que hayas resuelto el reto en
cuestión, sólo si sientes que es necesario hacerlo.
5. Haz preguntas. Tu objetivo es
descubrir las cosas específicas que puedes hacer para corregir el problema.
Trata de obtener información precisa acerca de las dificultades causadas por el
problema, más que sólo disipar el enojo del cliente.
6. Trata de que hable acerca de alguna
solución. Aquí es donde sabrás qué tan razonable es este cliente. Para
cuando llegues a este paso, el enojo debió haberse enfriado lo suficiente para
analizar el reto de manera racional. Si esto no ha ocurrido, dile que quisieras
programar una cita para más tarde, aunque sea una hora después, para llegar a
una solución razonable.
7. Busca un remedio. Después de que sepas
con exactitud cuál es el reto, te encontrarás en la posición de buscar algún
tipo de solución que remedie el problema. Proponle una medida específica.
Comienza con cualquier acción que provoque el mejor y más rápido alivio
8. Acuerda un programa. Una vez que
hayas llegado a un acuerdo, elabora un programa para llevarlo a cabo. Traza un
marco temporal realista que realmente puedas cumplir. El mayor error que puedes
cometer es convenir algo que no puedas llevar a cabo. Si lo haces, más vale que
estés preparado para encarar otro ataque de ira de la persona cuando no cumplas
con lo acordado.
9. Cumple con tu programa. Dale a este programa la máxima prioridad. Tú te has convencido de darte una segunda oportunidad con este cliente, así es que asegúrate de no arruinarla. Una vez que hayas satisfecho al cliente con respecto a esta situación, te habrás ganado otra oportunidad para atender sus necesidades en el futuro... y las demandas de aquéllos a quienes él comentará lo bien que resolviste el asunto.