1. Ten amigos positivos. Ya sabes, de los que te escuchan y te animan en los
momentos bajos, en lugar de hundirse contigo o arrastrarte a sus propios
infiernos. Ten cuidado también con los mensajes que recibes de la televisión y
otros medios de comunicación. No permitas que te hundan la moral.
2. Aprende
de tus errores. No los niegues, sino todo lo contrario: acéptalos. Pero no
te regodees en ellos y nunca los tomes como excusa para no volver a intentarlo.
Los errores nos ofrecen valiosas lecciones que una vez aprendidas nos evitan
tropezar con las mismas viejas piedras.
3. Programa tu mente para el éxito. Al igual que ocurre con los errores, no sirve de nada negar tus miedos. Por el contrario, debes hacerte amiga de ellos. ¿Qué temes, qué te asusta? Una vez seas consciente, visualiza las situaciones que te dan miedo e imagínate saliendo airosa de ellas. La visualización es una herramienta poderosa cuando se utiliza con frecuencia y convicción.
4. Evita
la autocompasión. Culpar de tus penurias a los demás o a tu supuesta
incapacidad no te sirve para avanzar, sino todo lo contrario: te quedarás en un
rincón, lamiéndote las heridas y sin correr riesgos. Y las personas que van de
perdedoras por la vida suelen ser bastante infelices en general, especialmente
en el amor.
5. Lee
biografías de gente a la que admiras. Y toma nota de cómo triunfaron y se mantuvieron fieles a sí mismos y a sus
sueños, sobre todo si antes de conquistar el éxito conocieron el fracaso.
6. Invéntate
un destino. Piensa en ti en tercera persona, como si fueras un personaje
famoso que ha triunfado por su talento, y escribe un post o un artículo, e
incluso una auto entrevista, en la que hables de tus éxitos, tus cualidades y
las metas que aún te quedan por conseguir. Verte como una persona triunfadora
te motivará para convertirte en la mejor versión posible de ti misma.
7. Inspira
a los que te rodean. Tus hijos, tus amigos, tu pareja, tus colegas…
Felicítales cuando hagan algo bien, recuérdales sus méritos, apóyales
incondicionalmente. Además de que te sentirás muy bien, verás que muchos de
ellos harán lo mismo por ti.
8. Visualiza
el resultado… al revés. Si te cuesta imaginarte que las cosas irán bien…
imagina que salen fatal. Esta técnica funciona cuando todavía no hemos
escarmentado o tocado fondo. Cuando te sientes absolutamente miserable, aunque
sea en tu imaginación, es muy probable que te sientas inspirada para cambiar
algo.
9. Revive
tus éxitos. Si temes fracasar, recuerda lo bien que te sientes y lo mucho
que los demás disfrutan de ti cuando estás haciendo aquello que amas, que se te
da bien, que hace felices a otros. Haz una lista de tus logros vitales, profesionales y personales, y revísala con frecuencia para
engañar a la mente, que siempre prefiere recordarse de los fracasos y darles
importancia.
10. Cuidado
con el autosabotaje. Si no consigues lo que quieres, no te lances a
culpar a los demás. Pregúntate sinceramente cómo es que tú mismo lo provocas
(con tus creencias, actitudes y hábitos) y por qué.
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